Una de las cosas que más preocupa a las mujeres tras dar a luz es recuperar lo antes posible la figura que tenían antes de quedarse embarazadas. Los especialistas recomiendan esperar a pasados al menos los dos primeros meses para hacer ejercicio y sin volverse loca haciendo abdominales o preparándose como si se fuese a correr la maratón de Nueva York. El cuerpo necesita su tiempo para que cada cosa vuelva a su sitio y no conviene meterle prisa.
Tener un bebé no es razón para renunciar al deporte
Pasado ese periodo de cuarentena prudencial, llega la hora de ponerse en forma de nuevo. El ajetreo de un bebé en casa ya supone bastante ejercicio de por sí, pero no está de más practicar algo de deporte para recuperar la figura y sentirse mejor con una misma. El gran problema es encontrar el tiempo para ello. Una buena solución está en esos deportes que pueden practicarse con el bebé. Además de ejercitarse, la mamá y el pequeño estrechan lazos haciendo deporte juntos.
El tradicional, y quizá más gratificante por lo que los pequeños disfrutan del agua, es la natación. Hay que esperar hasta los cinco o seis meses de vida del bebé, pero una vez lanzados al agua, ellos se lo pasan en grande y las madres, también. Eso sí, hay que elegir con cuidado la piscina, ya que debe de ser una apta para la matronación o natación con bebés. La temperatura, el cloro… son aspectos que deben de ser contralados para que los pequeños estén a gusto y a salvo de problemas.
Otros deportes de toda la vida (por llamarlos de alguna forma) que pueden practicarse con bebés son el ciclismo y el senderismo. Para el primero hay que esperar hasta los nueve meses. A partir de esa edad se venden accesorios para la bicicleta en los que colocar al niño con total seguridad. Pueden comprarse en tiendas de puericultura o de deportes, por ejemplo. Existe el formato sillita o el remolque. Para practicar senderismo con un bebé lo más práctico es llevarlo en una de esas mochilas portabebés que resultan tan cómodas. El problema es cuando crece y pesa demasiado como para cargar con él. En estos casos quizá el mejor apaño sea armarse con una buena silla de paseo y buscar sendas no demasiado complicadas para hacerlas empujándolo.
Mucho más tranquilo y menos aparatoso resultan el yoga o el pilates con bebés. Ambos son una buena forma de interactuar con el niño al tiempo que se ejercita el cuerpo y se consigue un alto grado de relajación. Algunos centros están especializados y ofrecen clases de yoga y pilates para mamás y bebés.
Una de las últimas modas en deportes con bebés es lo que llaman Stroller Fitness, que no es otra cosa que lo que cualquier madre ha tenido que hacer en más de una ocasión cuando se llega tarde algún sitio. Es decir, correr empujando el carrito del niño. Eso, tan habitual en el día a día, si se hace de continuo, de manera intencionada y con la ropa adecuada se llama Stroller Fitness.
Tener un bebé no es razón para renunciar al deportePasado ese periodo de cuarentena prudencial, llega la hora de ponerse en forma de nuevo. El ajetreo de un bebé en casa ya supone bastante ejercicio de por sí, pero no está de más practicar algo de deporte para recuperar la figura y sentirse mejor con una misma. El gran problema es encontrar el tiempo para ello. Una buena solución está en esos deportes que pueden practicarse con el bebé. Además de ejercitarse, la mamá y el pequeño estrechan lazos haciendo deporte juntos.
El tradicional, y quizá más gratificante por lo que los pequeños disfrutan del agua, es la natación. Hay que esperar hasta los cinco o seis meses de vida del bebé, pero una vez lanzados al agua, ellos se lo pasan en grande y las madres, también. Eso sí, hay que elegir con cuidado la piscina, ya que debe de ser una apta para la matronación o natación con bebés. La temperatura, el cloro… son aspectos que deben de ser contralados para que los pequeños estén a gusto y a salvo de problemas.
Otros deportes de toda la vida (por llamarlos de alguna forma) que pueden practicarse con bebés son el ciclismo y el senderismo. Para el primero hay que esperar hasta los nueve meses. A partir de esa edad se venden accesorios para la bicicleta en los que colocar al niño con total seguridad. Pueden comprarse en tiendas de puericultura o de deportes, por ejemplo. Existe el formato sillita o el remolque. Para practicar senderismo con un bebé lo más práctico es llevarlo en una de esas mochilas portabebés que resultan tan cómodas. El problema es cuando crece y pesa demasiado como para cargar con él. En estos casos quizá el mejor apaño sea armarse con una buena silla de paseo y buscar sendas no demasiado complicadas para hacerlas empujándolo.
Mucho más tranquilo y menos aparatoso resultan el yoga o el pilates con bebés. Ambos son una buena forma de interactuar con el niño al tiempo que se ejercita el cuerpo y se consigue un alto grado de relajación. Algunos centros están especializados y ofrecen clases de yoga y pilates para mamás y bebés.
Una de las últimas modas en deportes con bebés es lo que llaman Stroller Fitness, que no es otra cosa que lo que cualquier madre ha tenido que hacer en más de una ocasión cuando se llega tarde algún sitio. Es decir, correr empujando el carrito del niño. Eso, tan habitual en el día a día, si se hace de continuo, de manera intencionada y con la ropa adecuada se llama Stroller Fitness.
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