¿Aspirina para prevenir y tratar el cáncer?

¿Aspirina para prevenir y tratar el cáncer?¿Aspirina para prevenir y tratar el cáncer?

Hace ya un tiempo que el posible efecto positivo de la aspirina sobre el cáncer es un tema controvertido. Esos nuevos estudios resultan muy esperanzadores, aunque los datos están aún por confirmar.

¿Menos muertes por cáncer entre los pacientes que toman aspirina?

El profesor Peter Rothwell y sus compañeros de la Universidad de Oxford empezaron por examinar minuciosamente los resultados de 51 estudios rigurosos realizados con pacientes que tomaban diferentes dosis de aspirina y otros que no tomaban aspirina ni ningún otro medicamento antiplaquetario. El objetivo de tales ensayos clínicos no era estudiar la prevención del cáncer, sino evaluar los posibles beneficios cardiovasculares de la toma regular de aspirina.
El resultado es que en los 32 ensayos en los que las causas de mortalidad eran conocidas (69.000 pacientes), los científicos constataron un descenso del 15% de la tasa de mortalidad por cáncer entre los pacientes que tomaban aspirina. Y el porcentaje es aún mayor si se tienen en cuenta los casos particulares de cáncer colorrectal y linfoma (el riesgo se divide por 2).
La eficacia óptima se alcanza al cabo de 5 años de toma, momento en el que la mortalidad se reduce un 37%, según ese estudio indirecto de la mortalidad. Los estudios también revelan una disminución de la mortalidad por hemorragia masiva, pero no de las muertes por accidente cardiovascular.

¿Ayuda a prevenir la metástasis?

Los mismos científicos ingleses analizaron 5 grupos de pacientes que contaban un total de 17.285 participantes. Durante una media de 6 años y medio se les sometió a control para comprobar, inicialmente, si el impacto de la toma diaria de aspirina (≥ 75 mg/día) influía en la aparición de problemas cardiovasculares.
Según los datos del análisis, de media, la metástasis entre los pacientes que toman aspirina se reduce un 36 %, lo que podría «explicar el descenso demostrado de la mortalidad a corto plazo» que se resume en el estudio descrito más arriba, comentan los autores. Dicha reducción es aún más notable en el caso de los adenocarcinomas (cánceres que se originan a partir de una glándula, como la tiroidea o la mamaria, o de un tejido glandular, como los bronquios, el estómago, el colon, etc.). El estudio también reveló que los pacientes que siguieron tomando aspirina después del ensayo clínico presentaron un menor riesgo de desarrollar metástasis. Y la reducción es aún mayor en el caso de los fumadores.
Ese efecto preventivo se presenta incluso cuando la toma de aspirina es posterior a la aparición del cáncer, con una reducción mayor del riesgo de metástasis en los casos de cáncer de colon.
Además, esos 5 estudios confirman la disminución de la tasa de mortalidad que refleja el primer análisis, pero únicamente en el caso de los adenocarcinomas, que son, por otro lado, los cánceres más frecuentes.

¿Menos cánceres si recurrimos a la aspirina como método de prevención?

El primer análisis de los 51 estudios también revela que el riesgo de contraer cáncer en hombres y mujeres que toman dosis bajas de aspirina (menos de 300 mg) todos los días durante un período de 3 años se reduce un 25%.
Según un tercer análisis del mismo equipo, publicado en el mismo número de la revista The Lancet de finales de marzo, la toma regular de aspirina durante 20 años se asocia a una reducción del 38% en el riesgo de padecer cáncer colorrectal (comparación de 17 estudios). También se observaron reducciones significativas del riesgo de desarrollar cáncer de esófago, estómago, de las vías biliares y de mama.
Por último, el riesgo de desarrollar cáncer metastásico también se reduce un 31%, pero no en los casos de invasión locorregional (propagación de las células cancerosas cerca del brote inicial).

¿Por qué nos ayuda a protegernos?

Los efectos aparentemente beneficiosos pueden explicarse por la acción directa de la aspirina, que inhibe la biosíntesis de las prostaglandinas, mediadores biológicos presentes en todos los órganos, y, por consiguiente, disminuye la inflamación relacionada con el desarrollo del cáncer y su propagación. Pero aún no se conoce cuál es el mecanismo exacto (desde hace un tiempo se hace referencia a esa posibilidad, y también es posible que el efecto de la aspirina en la coagulación tenga algo que ver).
Los 3 grandes estudios presentados subrayan que la toma regular de aspirina puede dar lugar a una disminución del riesgo de desarrollar cáncer y metástasis, en particular en los casos de cáncer colorrectal y cuando se toman altas dosis de aspirina durante un largo período de tiempo.

Resultados pendientes de confirmar por estudios directos

Andrew Chen y Nancy Cook (Harvard, Boston, E.E. U.U), en un cuarto artículo-comentario publicado simultáneamente en The Lancet, recuerdan que esos análisis excluyen varios estudios negativos importantes relativos a los posibles efectos de la aspirina en la prevención del cáncer. Por ejemplo, como este, publicado en JAMA (Journal of the American Medical Association) en 2005, que no constata el efecto preventivo de una toma de 100 mg de aspirina cada 2 días. Asimismo, señalan que los controles realizados por el equipo del profesor Rothwell fueron realizados por cardiólogos, y no por oncólogos, quienes están más capacitados para juzgar la evolución de una enfermedad cancerosa y sus complicaciones. De ahí la necesidad de que se confirmen los datos a través de estudios directos.
No obstante, de acuerdo con los dos científicos, teniendo en cuenta la importancia de las reducciones observadas, podemos empezar a recurrir a la aspirina como método de prevención en los casos en los que se presente un riesgo significativo de padecer cáncer colorrectal («pruebas estadísticas más contundentes»).

Dos estudios directos muy esperados ya están en marcha

Los resultados de dos ensayos clínicos de gran alcance —en este caso destinados a analizar directamente los efectos de la aspirina sobre el cáncer— han generado mucha expectación. Pueden dar lugar a que se profundice en la materia:
- El primer ensayo, denominado ASPREE, iniciado en enero de 2010 y organizado por la Minneapolis Medical Research Foundation, estudia si una toma diaria de 100 mg de aspirina reduce la aparición de distintas enfermedades (cáncer, pero también demencia, problemas cardiovasculares y hemorragias) entre personas mayores de 70 años sin historiales particulares. Está previsto que el ensayo finalice en 2016.
- El segundo ensayo, denominado ARRIVE, organizado por el laboratorio Bayer, también estudia los impactos de una toma diaria de 100 mg de aspirina, y cuenta con un estudio paralelo de un grupo controlado por placebo. Comprende hombres mayores de 55 años y mujeres mayores de 60 que presentan un riesgo cardiovascular moderado. La aparición de problemas cardiacos, así como de cánceres, empezó a estudiarse en 2007. Está previsto que el ensayo finalice en 2015.
¿Ambos ensayos confirmarán la utilidad de la aspirina como método de prevención? En caso afirmativo, ¿de qué tipos de cáncer estamos hablando? ¿Prevalecerán los riesgos de sufrir hemorragias sobre la prevención del cáncer?

Los efectos de la toma diaria de aspirina no deben pasarse por alto

Si bien los beneficios de la toma continua de aspirina contra el cáncer parecen posibles, ¿qué pasa con la tolerancia a largo plazo del medicamento, que es conocido por fluidificar la sangre y, por tanto, aumentar el riesgo de hemorragia, en particular en la zona del tubo digestivo?
Andrew Chen y Nancy Cook dejan claro que el impacto en la calidad de vida no se ha evaluado, al igual que el de que se produzca una hemorragia grave, laguna que podrían colmar los dos ensayos que están en marcha. En el primer análisis (51 estudios), el Prof. Rothwell y sus compañeros también constataron que el riesgo de que se presente una hemorragia grave es casi dos veces mayor durante los 3 primeros años, pero disminuye posteriormente y cae por debajo del de las personas a las que se administra placebo después de 5 años de toma. Además, la toma a largo plazo de antiulcerosos y/o la erradicación de la bacteria Helicobacter pylori (factor de riesgo de úlcera estomacal y cáncer de estómago) podría contrarrestar el riesgo.

Una probabilidad que debe confirmarse

Si bien esos 3 estudios arrojan cierta luz sobre la prevención y el tratamiento de numerosos cánceres, antes de que se pongan en práctica hay que confirmar los datos y realizar una evaluación más precisa.
Asimismo, lo más probable es que las investigaciones se detengan a explicar, a nivel molecular, los motivos de esos efectos beneficiosos, lo que podría desembocar en la puesta a punto de otros tratamientos duraderos que no entrañen los riesgos asociados a la aspirina; riesgos que, por otro lado, no hay que tomar a la ligera.

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