Los 14 momentos emotivos de una boda


Situaciones que más emocionan a las novias el gran día. Una boda es un evento único en la vida del hombre y la mujer…

Es un día lleno de emociones, un momento único, pues al mismo tiempo que sientes una inmensa alegría, de pronto la nostalgia o la simple emoción de sentir que el momento llegó te hace romper en llanto.
Por eso, es importante que tomes nota de los momentos que quizá pueden hacerte llorar de alegría y emoción el gran día:
El último desayuno en familia. Es el momento que más debes disfrutar y ver a tu familia sentada ahí contigo. Seguramente todos tendrán en la cabeza que es el último día con la familia completa en un hecho tan rutinario como lo es la toma de alimentos. Si tienes hermanos casados, pídeles que asistan a ese momento.
Ver en el espejo la colocación de tu velo de novia. Sin duda es el momento cúspide. Sin el velo difícilmente parecerías una novia real. Dísfrutate, obsérvate... ese momento lo vivirás una sola vez en tu vida.
Verte vestida totalmente de novia en el espejo, frente a tu mamá, hermanas, sobrinas, abuelitas, la mejor amiga o una dama de honor. Ellas seguramente ya pasaron por ese momento y algunas otras sueñan porque les llegue su hora. Si sientes deseos de llorar, no te contengas, pero se precavida y pregúntale a tu maquillista qué hacer en caso de que la emoción se desborde por tus ojos.
Ver el orgullo en el rostro de tu papá cuando te ve vestida de novia por primera vez. ¡La niña se va! El papá es el que más sufre con el paso que dará su hija, pero a la vez lo vive a flor de piel, como tú. Abrázalo.
Ver en los ojos de tu novio un inmenso amor y admiración al verte vestida de blanco el gran día. Sin palabras.
La última salida de casa, con tu vestido puesto, como una mujer soltera. Observa tu alrededor y checa si al regresar de tu luna de miel ves las cosas como hasta ese momento que fuiste hija de familia.
Tomar el acta de matrimonio entre tus manos. ¡Bingo! ¡Ya estás casada!
La entrada a la Iglesia con la marcha nupcial de fondo. Es el momento de caminar hacia tu futuro esposo y pedir a Dios su bendición.
Una homilía dedicada a ustedes. Sería bueno que platicaran con el Padre sobre lo que quieren que mencione en ese momento. Un buen gesto sería que los invitara a ambos, en plena ceremonia, a bajar a despedirse de sus padres, a agradecerles todo lo que hicieron por ustedes, a pedirles perdón por sus fallas y a pedirles su bendición.
Los votos matrimoniales. Concéntrate y dilos con el corazón en la mano.
La salida de la Iglesia ya casada ante Dios. Ahora sí, lo demás vendrá por añadidura.
El primer vals juntos. Es el primer baile de muchos que harán como marido y mujer.
Un buen discurso de uno de los seres queridos más especiales durante la hora del brindis.
La llegada de un invitado importante y que creías no podría estar ahí. Sin duda es una muestra de afecto impresionante. Agradéceselos y no temas con externarle la emoción que te provocó verlo en ese día tan importante.

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