Pilates para mujeres embarazadas

El método Pilates trabaja en profundidad todos los músculos implicados en el momento de dar a luz. El programa de preparación al parto incluye ejercicios de respiración y de reforzamiento del perineo, entre otros. Además, es ideal para recuperar la silueta tras el embarazo. Hablamos con la profesora de Pilates Christine Lagrange.

Creado por Joseph Pilates en los años veinte, el Pilates se popularizó en Estados Unidos gracias el entusiasmo que suscitó entre las celebridades. Uno de sus múltiples usos es preparar a las futuras mamás para el parto, a través de técnicas de respiración y de regulación de los esfuerzos articulares, y ejercicios para reforzar el perineo y la musculatura en general.

Pilates: bueno para la embarazada y el bebé

“El Pilates es bueno para la mujer embarazada y también para el bebé –afirma Lagrange–. Permite la oxigenación de la sangre y trabaja los abdominales, en pleno proceso de transformación y muy exigidos durante los nueve meses de gestación. La espalda también se beneficia ya que el centro de gravedad cambia cada mes y el Pilates permite reforzar su musculatura. La pelvis se ve favorecida igualmente. Es una suerte de hamaca y tiene la función de sostener los órganos, pero en el caso de la mujer embarazada también carga con el bebé, la placenta, etc”.

La experta insiste en que la fuerza no es el principal objetivo, sino trabajar los músculos y la postura. “Cuanto más avanza el embazado más atención hay que prestar porque la metamorfosis que experimenta el cuerpo de la embarazada se agudiza”, asegura Lagrange.

Ejercicios con ayuda de accesorios
Durante una hora, que es lo que dura la clase, se encadenan ejercicios de respiración, abdominales, de la espalda y los hombros con ayuda de accesorios.
“Utilizamos pelotas grandes para los movimientos circulares. Se trabaja con el propio peso del cuerpo, mediante posturas muy particulares que ponen el énfasis en el peso y en la respiración que lo acompaña”, explica Lagrange.

En cuanto al perineo, la especialista asegura que muchas mujeres no saben localizarlo, así que utiliza imágenes para que puedan reconocerlo. Otras no conocen su función. En estos casos, dice, se practican ejercicios para que las mujeres tomen consciencia de este músculo y aprendan a relajarlo durante el parto.

El método puede practicarse a partir del tercer mes de embarazo, siempre con el consentimiento del obstetra. Pero la mayoría de las mujeres vienen cuando están llegando a término. Según la experta, “las clases permiten, sobre todo, vivir el embarazo sin padecimiento y el parto sin estrés”. Y agrega: “Les explico a las pacientas que durante los nueve meses pueden ser amigas de su propio cuerpo en lugar de únicamente experimentar una metamorfosis que se padece y que impide cualquier movimiento”.

Y una ventaja más: Lagrange recuerda que al cultivar la forma durante la gestación, el método Pilates permite recobrar la silueta más rápidamente tras el parto.

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