La caída del diseñador John Galliano


http://www.cuatro.com/1/7-hw9htwk8kb85j/
Cómo pasar de ser un ícono a ser aborrecido? A lo largo de la historia son incontables las celebrities que han arruinado su carrera y tirado por la borda el éxito de un día para otro por adicciones, delitos, escándalos y toda clase de pasos desafortunados. Esta vez la condena ha caído sobre uno de los últimos símbolos de la moda: el diseñador John Galliano. Bastó un video de unos segundos para que la estrella indiscutida de Christian Dior y de las pasarelas del mundo perdiera su trabajo, arruinara su imagen y ahora deba rendir cuentas ante la justicia. ¿Qué dijo? Una serie de comentarios antisemitas y racistas que cerró con un imperdonable y ya legendario: “Es que yo amo a Hitler”.

El principio del fin de Galliano comenzó el jueves 24 de febrero en La perle, un restaurante y bar muy popular de Marais, el barrio parisino en el que vive el diseñador. Según la denuncia, Galliano estaba sentado en una mesa de esa brasserie –de la que es habitué– y, sin preámbulos, empezó a interferir con insultos en la conversación de un grupo de personas que cenaban en la mesa de al lado: “La gente como usted debería estar muerta. Sus madres, sus antepasados... todos estarían en las cámaras de gas”, se despachó el modisto. Entonces, una de las mujeres que estaban allí le respondió: “Usted tiene un problema”. Lejos de serenarse, el modisto se puso cada vez más agresivo y, tras varios intentos infructuosos de calmarlo, los empleados del café decidieron llamar a la policía, que lo detuvo y lo llevó a la comisaría más próxima. Allí le realizaron un test de alcoholemia que confirmó que tenía al menos 1 mg de alcohol en sangre, se le tomó declaración y fue liberado con cargos.

Pero el clímax del escándalo todavía estaba por venir: cuatro días después, el diario londinense The Sun hizo público el video de lo ocurrido. Se trata de una grabación casera hecha con un celular por un hombre que acompañaba a la mujer agredida. En ella se ve a un Galliano alcoholizado y violento que, mientras fuma un cigarrillo, declara abiertamente su amor por Adolf Hitler. “Estaba bebiendo solo. No dejó de meterse en nuestra conversación, haciendo comentarios acerca de nosotros e insultándonos. Estábamos sorprendidos por todo lo que dijo”, confió al diario el autor de la filmación, quien además dijo que las personas que estaban cenando allí eran franceses e italianos.

Ser antisemita no está de moda. La reacción de los directivos de Christian Dior no se hizo esperar. Apenas conocida la denuncia, lejos de intentar algún tipo de defensa o justificación de las palabras de su director artístico, la firma decidió suspenderlo hasta tanto se resolviera la situación judicial. Y luego de darse a conocer el video, directamente decidió despedirlo: “Condenamos las declaraciones realizadas por John Galliano, las cuales están en total contradicción con los valores fundamentales de Christian Dior”, remarcó en una comunicación oficial el presidente y director ejecutivo de la compañía, Sydney Toledano.

La que tampoco quiso quedarse callada fue Natalie Portman; la actriz israelí, flamante ganadora del Oscar por su papel en el film El cisne negro, que acaba de firmar un contrato con la marca para ser la imagen de la nueva fragancia femenina, Miss Dior Chérie. “Estoy profundamente conmocionada y asqueada por el video con los comentarios de John Galliano. A la luz de este video y como una persona que se siente orgullosa de ser judía, no voy a estar asociada con el señor Galliano de ninguna manera. Espero que, por lo menos, esos terribles comentarios nos hagan reflexionar y luchar contra estos prejuicios aún existentes, que son lo contrario de todo lo que es hermoso”, declaró. Al cierre de esta edición, varios rumores ponían en duda la continuidad del millonario contrato publicitario de la actriz con la maison Dior. Sin embargo, todavía no se había afirmado oficialmente su renuncia.

El escándalo se desató justo unos días antes de uno de los sucesos más esperados de la moda internacional: el Fashion Week de París. Luego de una serie de rumores de que Dior suspendería la presentación de su nueva colección, el viernes 4 de marzo y tal como estaba previsto, todos los diseños de la colección otoño-invierno 2011 estuvieron en la pasarela. Rápida de reflejos y experta en marketing, la compañía solucionó la anunciada ausencia de Galliano en el cierre del desfile con la presencia de los 40 diseñadores que forman el equipo de trabajo de la maison. “Este es el trabajo de ‘les petit mains’, que llevan los valores de Dior”, dijo al público el presidente de la firma, Toledano, que también es judío. Además, recordó a las víctimas del Holocausto e insistió en que el comportamiento de su exdiseñador es “intolerable para la dignidad humana”.

¿Un exabrupto? Eso es lo que intentarán explicar, justificar y alegar los abogados de Galliano, quien emitió un comunicado recién después de que se diera a conocer el video y cuando ya se había quedado sin trabajo: “Pido perdón por mi comportamiento y acepto toda las acusaciones que han surgido en mi contra. El antisemitismo y el racismo no tienen lugar en nuestra sociedad. Me disculpo profusamente por mi comportamiento y por causar cualquier ofensa”, se excusó el diseñador de 50 años. También intentó explicar lo ocurrido diciendo que su “abuso verbal” fue una reacción ante la agresión de un persona que estaba en el bar. “Un individuo intentó pegarme con una silla, después de mirarme con desprecio y violencia por mi look y mi forma de vestir”. Diga lo que diga, lo cierto es que a esta altura de la historia nadie cree que lo del exniño mimado de Dior haya sido un exabrupto. Tampoco la justicia francesa, que le ha iniciado una causa penal por injurias racistas tanto por esta denuncia como por otra muy similar que acaba de presentarse y que habría ocurrido en el mismo bar en octubre de 2010. El juicio por ambos hechos, que sería antes del verano europeo, prevé una pena de 25 mil euros de multa y hasta 6 meses de prisión.

Por su parte, el diario The New York Times reveló que luego de lo ocurrido, Galliano suspendió la presentación de la colección de su propia marca –también perteneciente al grupo internacional Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH)– y se internó en una clínica de rehabilitación de Arizona, USA, llamada The Meadows. Se trata de la misma en la que antes estuvieron celebrities como Elton John y Donatella Versace.

Hijo de un plomero inglés y una española, Galliano nació en Gibraltar y creció en Londres. Se formó en la famosa escuela de diseño St. Martins y con apenas 23 años desembarcó en el mundo de la moda dispuesto a revolucionarla. En 1993 se instaló en París, en 1995 fue el primer diseñador británico en la dirección de una casa francesa al ser contratado como director artístico de Givenchy y en 1996 fue nombrado responsable de la división femenina de Dior. Entre los hitos de su carrera, tiene el título de ser el descubridor de Kate Moss, a quien subió por primera vez a una pasarela cuando era una adolescente y quien hace poco anunció que él será el diseñador de su vestido de novia. Habrá que ver si le permiten tomarle las medidas y dibujar figurines en la prisión.

Comentarios