Sigue estos simples consejos antes de pintar tu casa



¿Estás pensando en pintar tu casa? Con estas 15 claves podrás resolver las dudas más habituales que surgen antes de empezar.

1. La luz natural y su incidencia sobre una estancia determina la elección de un tono u otro. Como regla general, las orientadas al norte y al este, que reciben menos luz directa, requieren tonos cálidos, y las orientadas al sur o al oeste, tonos fríos.

2. La luz artificial también influye sobre el color. Los focos tradicionales intensifican la calidez o la frialdad propia de los colores. Las incandescentes halógenas avivan el tono y las de bajo consumo y los tubos fluorescentes, los "enfrían".

3. Haz pruebas a distintas horas del día. Antes de decidirte por un color, aplícalo sobre una pequeña porción de la pared. Si ves que a determinadas horas la irradiación hace que se desvanezca o cree sombras, puedes optar por otras tonalidades.

4. Para elegir tu color, te sugerimos un truco: mira revistas y marca aquellos ambientes que más te gusten. Cuando tengas unos cuantos recopilados, fíjate en qué colores se repiten más y descubrirás cuáles son tus preferencias personales.

5. Consigue muestras de materiales: telas, parquet, cerámicos, etc. para ver cómo armonizan entre ellos y con el color de pintura escogido. Construye “collages” hasta dar con la combinación que más te guste, así podrás tener una visión de conjunto.

6. El color del techo es una elección importante porque permite modificar visualmente las dimensiones de una estancia. Si tiene vigas u otros elementos, también puedes plantearte posibles contrastes de colores.

7. Las dimensiones de la casa influyen en la elección de la pintura. Hay que aplicar tonos claros y cálidos a las estancias más angostas y reservar las tonalidades más oscuras, cálidas o frías, para las de mayores dimensiones.

8. Para una transición armónica entre las habitaciones, hay que fijarse en qué partes de cada estancia son visibles desde las demás, para poder planificar la combinación o la continuidad de colores entre unas y otras.

9. Destacar elementos arquitectónicos cómo una chimenea, una determinada pared, etc., puede conseguirse subrayando su presencia con un color o tono más intenso que contraste con el del resto de la estancia.

10. La funcionalidad de las estancias determina la elección del color. En zonas activas, como comedores o habitaciones infantiles, aplica colores cálidos. Para las zonas de descanso, tonos relajantes como los fríos claros.

11. Para el piso escoge tonos más oscuros que los de paredes y techos, para aposentarlos ópticamente. La capacidad de la madera, gres, etc. para reflejar la luz determinará su incidencia sobre los demás tonos.

12. El tono del mobiliario y el de la pintura va de la mano. Si queremos que el peso recaiga en los muebles escogeremos una pintura neutra que sirva de marco. Si recae sobre la arquitectura, daremos protagonismo al color. Las maderas oscuras y las exóticas es preferible no combinarlas con tonos muy claros, ya que un contraste excesivo resta armonía. Las de tonos claros e intermedios se integran bien con colores neutros y cálidos.

13. El tipo de pintura debe ajustarse a las necesidades de cada estancia. En una zona húmeda, como un baño, donde pueden pelarse las paredes, la mejor elección puede ser una pintura al aceite, por ejemplo.

14. Los acabados de la pintura inciden en el reflejo de la luz. Escoge acabados brillantes para paredes que reciben poca luz y mates para las que tienen una irradiación directa. Los satinados pueden aplicarse indistintamente.

15. Los tejidos del hogar también aportan color y deben encontrar su encaje con el resto. Si una estancia necesita potenciar su luminosidad, escoge estampados discretos y tonos en la gama de los de las paredes.



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