Consejos para la fatiga...

Un ritmo de vida loca





Queremos hacer mil cosas por día y tener todo bajo control. Como resultado el organismo se agota y el rostro es el primero en mostrar los signos del cansancio. Añadir ciertos pequeños gestos a la rutina de belleza puede ayudarnos a recuperar el buen semblante perdido.

Son varios los factores que atentan contra un buen aspecto: el fumar, la mala alimentación, la contaminación… Todos estos factores favorecen la multiplicación de los radicales libres que aumentan el estrés oxidante y entorpecen el buen funcionamiento de las células.

Poco a poco el tejido cutáneo se degrada, aparecen los signos de la fatiga y, si no tomamos medidas, el envejecimiento de la piel se acelerará. Por lo tanto, es importante prestar mucha atención a la protección de la piel (crema de día para la ciudad; protección extra cuando nos exponemos más al sol; en el mar y en la montaña), reducir el número de cigarrillos diarios (o, mucho mejor, dejarlos por completo, lo que tanto la piel como la salud agradecerán) y adoptar una dieta equilibrada, rica en vitaminas.


Fatiga cutánea: un sueño reparador




Para no ir por la vida con cara de cansada, presta atención a las horas que duermes. Dormir menos de lo que el organismo requiere no es bueno para la salud y por supuesto, tampoco contribuye a tener un buen semblante. A lo largo del día nuestro organismo debe defenderse de agresiones diversas.

La noche es el momento cuando ocurre la regeneración del cuerpo y de la piel. No desaproveches este momento crucial para tu belleza y entrégate entre siete u ocho horas a los brazos de Morfeo.


Los alimentos contra el cansancio



Cuando estás sin tono vital, piensas en las vitaminas. Lo mismo es válido para la piel. Las vitaminas, especialmente la C, favorecen la formación de colágeno. Un buen vaso de zumo de limón despertará al organismo al mismo tiempo que lo purificará y dará más luminosidad a la piel.

Debemos incluir también el beta caroteno, gran aliado de las pieles apagadas y cansadas, abundante en la zanahoria, la espinaca y el albaricoque, y los polifenoles, antioxidantes que mantienen los radicales libres bajo control, y que se encuentran en la uva, la manzana, la soja y el chocolate. El ginseng es también reconocido por sus cualidades anti-fatiga.


El masaje facial



Autoamasajearnos el rostro apenas nos despertamos es un buen hábito para minimizar los efectos de la fatiga. El masaje ayuda a descongestionar y activar la circulación sanguínea. No desaprovechemos, entonces, la aplicación de la crema de día para convertir ese gesto en una eficaz sesión de masaje facial. Para que cumpla su función reparadora, los movimientos deben ser suaves y realizarse de abajo arriba, nunca en el sentido de la gravedad, que ya de por sí tira la piel hacia abajo.

Para reavivar una mirada cansada y disminuir o eliminar las ojeras que aparecen como consecuencia del cansancio, la crema de contorno de ojos se debe aplicar de la zona del lagrimal hacia el rabillo. Para terminar, se golpetea suavemente con la yema de los dedos, lo que ayudará al drenaje. Un buen secreto es guardar la crema de ojos en el frigorífico. El frío estimulará los tejidos y favorecerá el efecto tenso

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