Tipos de depresión

Hay varios tipos de depresión, cada uno de ellos con diferentes causas y síntomas.





Depresión encubierta
Es denominada también depresión enmascarada y se presenta tras ciertos síntomas, como comer de forma compulsiva, adicciones al alcohol o a las drogas, etc. La mujer que padece este tipo de depresión frecuentemente sostiene unas relaciones interpersonales bastante complicadas, ya sea en el ámbito familiar, laboral, etc.

Las quejas respecto a la relación con su pareja suelen estar originadas no sólo por una problemática concreta entre ambos, sino también por la repercusión del malestar interno que recae sobre la relación, haciendo aún más compleja la convivencia, lo que dificulta las posibilidades de lograr la distensión. En relación a los hijos, la capacidad de comprensión y comunicación hacia ellos también puede verse muy afectada, ya que en la mujer, aunque no lo reconozca abiertamente al no sentirse bien, su capacidad empática disminuye de manera notable.

Depresión de carácter neurótico
Es el tipo de depresión más frecuente, ya que la estructura de personalidad neurótica es cuantitativamente la mayoritaria entre la población que padece trastornos emocionales. Los síntomas se agrupan en torno al estado de apatía, decaimiento físico, tristeza, falta de motivación por las cosas, visión pesimista del futuro...

El origen es claramente psicológico.

Depresión bipolar mayor
La persona sufre oscilaciones emocionales importantes, pasando de estados de euforia e hiperactividad (denominada fase maníaca) al extremo opuesto, manifestando pesadumbre y gran decaimiento del estado de ánimo. El origen parece relacionarse con factores constitucionales, bioquímicos y de la propia historia del sujeto.

Personalidad ciclotímica
Alternancia de ciclos de humor exaltado con depresión. Pueden parecerse a las depresiones bipolares mayores, pero lo que las diferencia es que los cambios de humor que se desencadenan tienen una duración y una gravedad de menor grado.

Depresión reactiva
Son estados de gran tristeza que suceden inmediatamente después de un acontecimiento doloroso; no suelen perdurar mucho tiempo y su contenido está focalizado en la vivencia afectiva que ha producido la desestabilidad: situaciones de humillación, pérdida de seres queridos, fracasos profesionales, desengaños amorosos, estafas… En estos casos, la persona se siente deprimida, además de mostrar sentimientos de agravio hacia los demás o contra el propio destino.

Depresión involutiva
Son las depresiones que se desencadenan en la última fase de la vida, caracterizada por las pérdidas. También aparece en personas que han envejecido de forma precoz. En las mujeres se dan circunstancias que pueden desatar dicho estado cuando transitan por la menopausia, los hijos se independizan, fallece la pareja, etc., así como la proximidad de la muerte, acompañada de sentimientos de soledad o aislamiento afectivo.

Cuando la mujer ve mermada su energía física, aparecen achaques y le ha sido imposible ir potenciando a lo largo de su vida aspectos que la compensen de algún modo, está más propensa a sufrirla.

Depresión en la psicosis
En ciertas estructuras de personalidad de tipo psicótico (esquizofrenia, paranoia), pueden aparecer depresiones acompañando a la sintomatología típica que conllevan en fase de descompensación, o tras ciertas crisis agudas, depresiones que tendrán el carácter específico de acuerdo con estas problemáticas mentales.



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