..Adolescencia, sexualidad y homosexualidad



No es fácil encontrar con quien hablar
En la adolescencia, el comienzo de la edad adulta, muchos hombres y mujeres se interrogan sobre los sentimientos que descubren y experimentan.´´Sé desde hace tiempo que me atraen los hombres. Creía que sería algo pasajero, pero a medida que me hago mayor me doy cuenta de que no.lo es. No puedo hablar con nadie. Mi padre reacciona con violencia cuando ve programas televisivos sobre el tema. Todos mis amigos, chicas y chicos, son heterosexuales. Parecen tolerantes pero no sé como reaccionarían si les.hablara de lo que me ocurre. Me gustaría encontrar un chico de mi edad. ¿Es eso que me sucede natural?

El vals de las etiquetas
"Tengo 16 años y no sé si soy homosexual o heterosexual. Las chicas me resultan pesadas, pero puede ser un prejuicio de mi parte. No hablo abiertamente de mi cuestionamiento; sólo lo hago de manera indirecta, por medio de alusiones", declara Matías.

La sexualidad continúa siendo un asunto tabú, que como tal fascina e intriga. La sexualidad ajena lleva a reflexionar sobre las propias prácticas y dudas. Este proceso se acompaña de una presión social que obliga a cada uno a definirse en relación con el propio comportamiento sexual.

Cuando uno es adolescente, esta presión es a menudo difícil de tolerar y tanto los chicos como las chicas quieren saber a qué categoría pertenecen. Homosexual o heterosexual, se tiene el sentimiento de que hay que elegir .Es entonces cuando comienza la búsqueda de signos y pruebas que muestren a qué grupo se pertenece.

Pero la sexualidad no puede reducirse ni a categorías ni a reglas. Cada individuo la vive de diferente manera Hay que darse el tiempo necesario para aprender a conocerse e identificar los propios deseos. Las experiencias no son definitivas ni comprometen el futuro. Experimentar un afecto particular por una amiga cuando se es pequeña no significa ser lesbiana. Masturbarse entre amigos mientras se mira una película porno no es una práctica exclusivamente homosexual.

Descubrir el propio cuerpo e intentar conocer el de los otros forma parte de las etapas necesarias para descubrir el equilibrio. Entre la homosexualidad y la heterosexualidad exclusivas existe una gama de posibilidades. Hay que hacer una búsqueda personal para saber en qué lugar se encuentra uno. A la inversa, también es posible saber que uno es homosexual sin haber tenido nunca una relación sexual con personas del mismo sexo.

La mirada de los otros
“Me siento homosexual pero no puedo vivirlo.libremente Estoy aislado; es difícil hablar de esto con mi familia. Siempre me encuentro con imágenes negativas de la homosexualidad. En el colegio me insultan; es terrible. Se debe de notar que soy homosexual. Me siento como si fuera un caso único”, se lamenta Lorenzo, de 16 años.

La representación de homosexuales o de bisexuales en los medios de comunicación y la ausencia en el colegio o el instituto de un espacio para debatir la información en torno a la sexualidad dan la impresión de que uno está solo en el mundo. Esta impresión se refuerza cuando el medio se muestra hostil a las relaciones de pareja entre personas del mismo sexo.

En ciertos lugares, como en las provincias, las zonas rurales o los pueblos, la homofobia exacerbada y cotidiana crea una presión social que empuja a esconder toda expresión de atracción o deseo de carácter homosexual. Pero no hay que olvidar que aunque la homosexualidad sea invisible, está presente en todos los lugares, medios sociales y edades.

En la escuela, otros chicos u otras chicas quizá compartan similares dudas, angustias y cuestionamientos. Los compañeros escolares se ven todos los días y creen conocerse, pero la realidad puede ser muy diferente de lo que parece.

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