Hay días en que el ritual del arreglo femenino se convierte en una pesadilla. Abres el clóset, sacas algunas prendas, te las pones y sientes que nada te acomoda. Pruebas con otra combinación y ocurre lo mismo. Decides optar por el coordinado que siempre te funciona, pero encuentras que todo lo que te pones se ve terrible.
Hay otros días del mes en los que ocurre lo contrario: no importa lo que te pongas, todo te acomoda, te sientes guapa y hasta un poco atrevida, de manera que intentas combinaciones más osadas.
Buscando alguna explicación para esta dinámica, encontré un estudio que afirma que la ovulación influye en nuestra forma de vestir. Si bien algunos medios de decidieron dar énfasis en un hábito de consumo ("las mujeres compran ropa más sexy cuando están ovulando"), el estudio sólo pretendía determinar si había alguna conexión entre el ciclo hormonal y la elección de un vestuario.
Publicado por el Journalof Consumer Research, el estudio indicaba que las mujeres "inconscientemente, en sus días más fértiles eligen objetos que realcen su apariencia, probablemente para competir y ganar a otras mujeres que consideran sus rivales". Supongo que los investigadores llegaron a esta conclusión al comparar la actitud de la mujer, con los cambios físicos y de comportamiento que presentan las hembras de ciertas especies animales durante su periodo de fertilidad o celo.
Si bien no resulta descabellada la interpretación, creo que no es la única. No siempre elegimos un vestuario pensando en que sea "sexy" a los ojos masculinos, y no siempre lo hacemos para competir con otras mujeres.
Pienso, por ejemplo, en una pareja estable que al cabo de cierto tiempo siente que ha llegado el momento de tener hijos. Ahí la mujer no estaría eligiendo un vestuario sexy para competir con otras mujeres, sino para ser más atractiva para su pareja y aumentar el deseo sexual. Pienso también en otro tipo de mujer que lejos de buscar una pareja o querer embarazarse, está en un proceso de búsqueda de identidad. Quizás se está deshaciendo de viejos patrones y quiere encontrar una apariencia más congruente consigo misma.
Por otra parte, hay estudios en los que se afirma que la mujer es más atractiva durante el periodo de ovulación debido a que el olor de la axila es suave y agradable para el sexo contrario. Sin embargo, fuera de esos períodos el aroma no resulta tan seductor al olfato masculino. Aunque es un buen dato, creo que no funciona igual en todos los casos ni en todas las culturas. En nuestro contexto, por ejemplo, usamos una gran cantidad de productos de belleza que emiten olores diferentes y producen un efecto de "mensaje cruzado" para el receptor.
En cualquier caso, es un hecho que los ciclos hormonales participan en nuestro comportamiento, aunque no son el único factor ni el más determinante, pues siempre están interactuando con otros factores sociales, culturales, psicológicos y emocionales.
Y tú, ¿te sientes más atractiva durante la ovulación? ¿Por qué?
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