Hace poco escribíamos diciendo que Ali Lohan, la hermanísima de Lindsay era la única cuerda de la familia, pues bien… lo retiro. La joven modelo ha perdido la cabeza y se ha operado la cara, pero no un poco, sino enterita, ¡no parece ni ella! Pasen, vean y alucinen:
Ali en 2009... Y en 2011
Como lo ven, dos versiones de una misma chica que, recordemos, tiene solo 17 añitos. Ali acaba de firmar un contrato de modelo con una firma americana y, por lo visto, el trabajito era a cambio de operarse de arriba abajo, ¡vaya qué trato! Si para ser modelo tiene que dejar de ser ella misma, qué tontería señores.
En 2009 era una chica (para mí) preciosa, con sus pequitas, sus ojos achinados y expresivos, sus labios carnosos pero sin pasarse y una figura esbelta pero saludable. Ahora, dos años después, la acabamos de ver en Beverly Hills más delgada que el palo de una escoba y más inexpresiva que nunca.
Ali parece otra mujer
Así, la pequeña Lohan se une a dos grupos que abundan mucho en Hollywood: las modelos anoréxicas y las operadas a lo Kidman: peor imposible Ali. Miren que pómulos exagerados, qué cara más esquelética, qué labios inferiores excesivamente gruesos… ¡lo único que no le han retocado son cejas!
En fin, una lástima. Si para firmar un contrato tienes que someterte a un cambio tan radical, no sé si vale la pena… en su defensa (por no decir que está como una regadera) quiero pensar que la chica se toma demasiado en serio su trabajo. ¿Responsable o loca? Lo que me temo es que, si con 17 años ya está así de operada, no quiero verla a los 50….
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