Cómo escoger el menú de la boda





La selección del menú adecuado es una de las tareas más importantes a la hora de organizar la boda.

Más o menos dos meses antes de la celebración del enlace los novios deberían concretar el menú de la boda.

La selección del menú adecuado es una de las tareas más importantes a la hora de organizar la boda, ya que es realmente por lo que pagan los invitados, así que puede ser el centro de las críticas de los comensales, más que el vestido o que el lugar de la celebración en sí.

La gran mayoría de los lugares aptos para realizar la recepción, los caterings y los restaurantes para banquetes disponen de una serie de menús ya elaborados de diferentes precios, pero si no os convence ninguno preguntad si podéis elaborar otro que se adapte mejor a vuestros gustos.

El contenido básico de los menús suele ser:

•Entrantes.

•Un plato de pescado.

•Un plato de carne.

•Postre (normalmente dulce, tarta y helado).

•Vinos (tinto o rosado y blanco) y champán.

•Café y copa.

Este es el contenido del menú tradicional pero hoy en día se ofrecen todo tipo de variedad e innovación en los menús. Los solomillos cobran cada vez más protagonismo acompañados de salsas cada vez más elaboradas como las guarniciones que los acompañan. En cuanto a los postres, la tarta nupcial está dejando paso a la repostería fina. Cada vez es más habitual colocar en el centro de las mesas un plato con diferentes pasteles, mousses o porciones de tarta para que cada uno elija.

Antes que nada, para decidir el menú definitivo, habrá que tener en cuenta el lugar en el que se va a celebrar el banquete, la estación del año, si es comida o cena, el número de comensales y, sobre todo, que sea un menú elaborado con productos de primera calidad. Además hay que recordar que no depende sólo de lo que os guste a vosotros, hay que escogerlo de manera que satisfaga a todos los invitados.

Si se trata de una boda veraniega, es indudable que los platos deben ser lo más frescos posibles. Hay que elegir comida “light”, carnes blancas, ensaladas, bebidas refrescantes, un pastel de boda blanco (poco chocolate, ya que se derrite) y champán muy frío.

Si la recepción se hace durante una temporada más fresca, los platos fuertes pueden ser carnes rojas, pasta o arroz, vegetales gratinados o sofritos, bebidas frías pero también opciones de bebidas calientes: Té de sabores, café, chocolate, leche. Para acabar un pastel de bodas de chocolate y champán.

Opcionalmente se puede contratar un picoteo de canapés y delicias para degustación de los invitados antes de la cena o comida, mientras esperan la llegada de los novios. Esta opción es muy aconsejable cuando el lugar donde se celebra el banquete tiene jardines o espacios exteriores y la boda se celebra en una época del año con buen tiempo para tomarlo al aire libre.

Otra opción válida es la del buffet libre donde cada invitado pueda servirse. Si se cuenta con presupuesto, dos opciones de carne o dos opciones de ensaladas, pasta y arroz. Pero si el presupuesto es limitado será solo un plato por cada opción y se puede combinar con más variedad de bebidas y de aderezos.

En todos los casos, si la recepción contempla la llegada de niños, habrá que adaptar el menú a medidas pequeñas para los pequeños y, si se cuenta con presupuesto suficiente, crear un menú infantil para que los niños también disfruten.

Cuando llegue la hora de servir, la mejor opción es el servicio de camareros que ofrece cualquier finca, masía, espacio o salón especializado en banquetes.

Por último, la elección de un buen vino es un detalle que no deberéis pasar por alto para que la recepción sea todo un éxito. Escoged vinos que mariden bien con cada uno de los platos. Si vosotros no sois muy expertos en la materia, dejaos asesorar por los profesionales.

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