A los 43 años, Jennifer Aniston sigue manteniéndose estupenda, y, según ha declarado, no hace uso de la cirugía ni de las técnicas de medicina estética para conseguirlo (obviaremos el evidente retoquito en la nariz que se hizo hace ya años). Según Aniston, su secreto de belleza pasa por un completo ritual nocturno de belleza que dura más de media hora, y que realiza ella misma en su casa antes de acostarse. ¿Quieres saber en qué consiste?
El protocolo de belleza de Jennifer Aniston empieza con un baño facial de vapor para abrir los poros, durante diez minutos, para a continuación aplicar su limpiador y su tónico. Después, se hace un masaje facial de otros diez minutos para tensar los músculos y estimular las células de la piel, y se aplica una crema reparadora.
Una vez que su piel ha absorbido la crema, se aplica, durante otros diez minutos, un tratamiento a base de vitamina A (retinol), que difumina y previene las arrugas, y mientras actúa, se trata las pantorrillas y los codos con un producto rico en vitamina E, muy hidratante.
El toque final, que cierra el ritual nocturno de Jennifer Aniston, es el que menos me convence, y, por más que ella afirme que es su secreto para tener una mirada libre de ojeras y bolsas, yo no lo probaría en mi piel: la actriz aplica una generosa cantidad de Vaselina (la de toda la vida) en el contorno de ojos. No se me ocurre mejor manera de favorecer la aparición de milium, esos pequeños granitos blancos de grasa que suelen aparecer en esta zona y que sólo debe eliminar un dermatólogo...
Tras todo este proceso, se acuesta, y al despertarse, para revitalizar la piel, tensarla y hacer que aparezca fresca y joven, llena el lavabo de agua fría y cubitos de hielo y sumerge el rostro. ¿Lo hará también en invierno?
El protocolo de belleza de Jennifer Aniston empieza con un baño facial de vapor para abrir los poros, durante diez minutos, para a continuación aplicar su limpiador y su tónico. Después, se hace un masaje facial de otros diez minutos para tensar los músculos y estimular las células de la piel, y se aplica una crema reparadora.
Una vez que su piel ha absorbido la crema, se aplica, durante otros diez minutos, un tratamiento a base de vitamina A (retinol), que difumina y previene las arrugas, y mientras actúa, se trata las pantorrillas y los codos con un producto rico en vitamina E, muy hidratante.
El toque final, que cierra el ritual nocturno de Jennifer Aniston, es el que menos me convence, y, por más que ella afirme que es su secreto para tener una mirada libre de ojeras y bolsas, yo no lo probaría en mi piel: la actriz aplica una generosa cantidad de Vaselina (la de toda la vida) en el contorno de ojos. No se me ocurre mejor manera de favorecer la aparición de milium, esos pequeños granitos blancos de grasa que suelen aparecer en esta zona y que sólo debe eliminar un dermatólogo...
Tras todo este proceso, se acuesta, y al despertarse, para revitalizar la piel, tensarla y hacer que aparezca fresca y joven, llena el lavabo de agua fría y cubitos de hielo y sumerge el rostro. ¿Lo hará también en invierno?
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