El arte de conversar durante una cita nocturna


¿Tu primera cita es para cenar en un restaurante? Cuando se trata de cortejar a alguien en un ambiente más íntimo como en un restaurante o en un jazz club, incluso paseando por un parque lo más importante de la velada será la conversación.

El ambiente ya es propicio y adecuado para lo que acontece, lo demás está en tus palabras. Cada uno tiene su estilo propio, pero sin las pautas adecuadas va a parecer una reunión de negocios donde cada uno se vende a sí mismo como el mejor producto del mercado. En vez de aprovechar la cita para conocer al otro, se puede caer en el error de un mero intercambio de biografías.
Así que para mantener una conversación fluida aquí van una serie de sencillos consejos que harán de esa noche, la primera de muchas.

1. Analiza y revisa tus “temas de conversación”

Una cita no debe tener un guión, pero no está de más que te tomes 10 minutos para prepararla y no solo nos referimos al plan. Busca relacionar la actualidad con experiencias propias que hablen sobre ti, de manera que pueda conocerte en profundidad sin tener que relatar tu primera papilla.
Recuerda que hay tres temas que mejor evitar durante la primera cita si se quiere una segunda: religión, política y anteriores relaciones.

2. Habla de ti mismo

Piensa detenidamente cosas divertidas o extravagantes que te han pasado en tu vida y digan algo bueno sobre ti. Al mismo tiempo, olvídate de las anécdotas más propias de noche de amigos. Ambos tendréis interés en impresionar al otro, pero para ello hay que saber cómo se impresiona y no como se deja anonadado al otro con las palabras que han salido de la boca.
Además, busca destacar sobre la manada, es decir, habla de manera diferente. No hagas un monólogo ordenado cronológicamente sobre ti. Ni tampoco detalles tu currículum, será aburrido y perderá el interés en ti.

3. Mejor diversión y guasa que seriedad

Es de noche, ya ha bajado la guardia, ha desconectado del ajetreo diario y la seriedad profesional, así que no seas tú quién les devuelva a ese infernal mundo. Diviértela, eso sí, no te conviertas en el bufón de la corte y ojo con traer al presente las travesuras de niño. Puedes hacer alguna broma o contar algún chiste que hayas escuchado recientemente para dar fluidez a la conversación y proporcionar comodidad. Además, recuerda que no debes monopolizar la conversación, es preferible interesarse por el otro que mostrarse interesante.
4. Relájate y déjate llevar
Cuando los dos os sintáis cómodos y la conversación fluya sin tener que aplicar ninguna pauta, relájate y déjate llevar por la situación y la cita. El siguiente paso no puede estar planeado. Quizá la noche os lleve a hacer una locura como coger un taxi para ir a un parque que hay a la otra punta o a salir del bar para pasear a solas todas las calles de la ciudad… nunca se sabe.
Si estás falto de recursos durante la cita, aquí van una serie de preguntas que pueden ser bastante socorridas para dar movimiento a la conversación, pero que tú también deberías preparar la respuesta:

  • ¿Qué locura harías si te tocara la lotería?
  • ¿Cuál es tu plan perfecto de fin de semana?
  • ¿Qué vicio no eres capaz de superar?
  • ¿Qué nunca regalarías a alguien?
  • Ahora que sabes que soy un fanático del tenis y que soy un pintor pésimo en mis ratos libres, deberías confesarme alguno de tus secretos....
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