Deslumbrar durante el día. Lo más elegante sigue siendo un chaqué con un pantalón gris de rayas. El estilo clásico se utiliza con un chaleco gris y un plastrón del mismo color, pero en otra tonalidad. Se recomiendan además los trajes normales de dos o tres botones en tonos claros, como gris perla o beige claro.
Etiqueta en la playa. El novio puede lucir un traje claro, lo ideal es que sea de lino de color blanco, marfil o beige. Los trajes gris perla o crema son la elección más acertada. Los sacos largos también forman parte del vestuario para este tipo de ceremonias, pero en colores claros.
El más galán de la noche. El frac es el traje predilecto para la noche por ser el más elegante entre todos. El esmoquin es el siguiente paso en elegancia, aunque sin chaleco. Suele combinarse con una faja y un corbatín o corbata.
Uno para cada ocasión
El frac se caracteriza por su elegancia en las fiestas nocturnas. Simula por el frente una chaquetilla y por detrás tiene lo que se conoce como cola de pingüino.
El smoking se prefiere para las bodas nocturnas. Los hay de corte recto o cruzado, con solapa de pico o redonda. También se puede combinar con chaleco y corbatín y, por supuesto, con corbata.
El chaqué es un traje muy elegante, especialmente para el día. Se compone de un saco largo que lleva cola. La cola del chaqué se diferencia de la del frac porque empieza desde el frente y es más larga y redondeada.
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