Cuando los novios llevan sus hijos a la boda

La madre o padre, que decide casarse de nuevo; debe ayudar a su hijo a asimilarlo.
Una nueva boda, un nuevo padrastro o madrastra, puede ser un nuevo conflicto que afrontar para su hijo.
La vida da segundas oportunidades, y quienes deciden  casarse de nuevo,  después de  haber tenido un hijo; así lo creyeron .








La segunda boda, requiere de un “sí” más convincente y meditado cuando hay hijos de por medio, y principalmente si son niños pequeños.
Para los niños que deben asistir a la boda de su mamá o su papá, el significado de esta nueva unión requiere de un proceso amplio de comunicación, paciencia y entendimiento porque para el hijo, puede ser el fin de la fantasía: – “mamá y papá van a volver y todos viviremos juntos y felices–”. En el caso del niño, es importante preguntarle sobre sus preocupaciones y pensamientos con respecto a la boda, pues podría sentirse tristes ante la noticia,  explica Andrea Acosta, psicóloga.
Para la nueva pareja es importante conocer estos sentimientos del niño, para dar contención y no tomar la tristeza o miedo del niño como un desaire o berrinche, pues el niño está en proceso de ese duelo emocional. El niño debe tener la libertad para hablar y expresar sus miedos y sentimientos, como parte de un proceso de integración a lo que será la nueva familia.
  •      Asegure al niño que su nueva pareja no es un reemplazo para su madre o padre,  sino una adición a la familia, un miembro más a quien querer,  pero que no viene a reemplazar a nadie.
  •     Afirme que le seguirá dedicando tiempo único y exclusivo y que sus sentimientos para con él no cambiarán.
  •     Un miedo común en los niños suele ser el rol que va a tomar la nueva figura que llega a la familia, con respecto a la crianza y disciplina;  es necesario que le explique que solo a papá y mamá les corresponde disciplinar;  aunque la nueva pareja de vez en cuando podrá apoyar.
  •     Tome un tiempo para ver sus miedos y ansiedades, escuche, valide sus emociones y dedique tiempo para tranquilizarle.  Al darle la oportunidad de hablar, el  niño puede procesar mejor sus emociones.
  •     Temores infantiles como la pérdida del amor del padre o madre con el nuevo matrimonio o la competencia con los nuevos hermanastros; en el caso de familias compuestas.
  •     Pregunte a su hijo ¿ qué puede hacer usted  para que se sienta mejor? y así ayudarle en ese momento.
  •     Si el niño se niega a aceptar una nueva relación,  puede deberse a miedos o ansiedades que no ha expresado. Déle la oportunidad de hacerlo, sin juzgar lo que dice; explica Acosta.
¿Y si hace berrinche?
Un niño que hace berrinche en la boda, es un niño en estado emocional de estrés, miedo y tristeza;  que no sabe expresarlo  de otra forma. Si sucede un episodio desagradable, lo ideal sería que lo atienda el padre biológico o el familiar con quien el niño tenga una relación fuerte y positiva, como por ejemplo: la abuelita o un tío cercano, para que contenga al niño durante la emoción, y le manifieste que comprende lo difícil que es ese momento para él. Lo importante es que quien atiende al niño lo haga con calma, para ayudarlo a regularse nuevamente.
Cumplir las promesas
En caso que el padre o madre, no haya podido estar en ese momento de rabia infantil, debe acercarse a su hijo: abrazarle y demostrar que sigue estando presente,  justo como le había dicho en tiempos anteriores.
  •     Después de la boda –es importante más que nunca–  que aparte tiempos para estar con su hijo de forma exclusiva, y demostrarle que también habrá  tiempos compartidos con la nueva pareja.
  •     Ayude a su hijo a trabajar sus emociones con respecto al concepto de unión y familia.
  •      En caso de requerir más apoyo,  acuda a un profesional para una intervención más profunda.
Lo que la expareja le dice al niño:
Las relaciones con la expareja deben ser  relaciones educadas y asertivas.  Al compartir hijos, sus vidas estarán en contacto por siempre, sin embargo;  el contacto con el exmarido o exesposa  debe ser solo para temas referentes al hijo y no sobre su nueva pareja, recomienda la psicóloga.
“En la vida, muchas de las complicaciones en las relaciones humanas, se podrían evitar, si todos aprendiéramos el verdadero arte de escuchar”, puntualiza Acosta.

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