¿Está el matrimonio condenado al fracaso en la actualidad? 5+1 razones para ello

Las estadísticas dicen que, miles matrimonios acabaron en nulidades, separaciones o divorcios en el año 2013, el último del que se tienen cifras. Las cifras no son alentadoras y llevan a pensar que cada vez es más difícil que el matrimonio llegue a buen fin en la época actual, un panorama muy diferente al que nos encontrábamos en el caso de nuestros padres y abuelos.

Pero, ¿qué es lo que ha cambiado? ¿Por qué el matrimonio ya no tiene el mismo “pegue” que antaño? Para el columnista norteamericano Anthony D’Ambrosio, especializado en consultorios sentimentales,  las razones para el fracaso actual de los matrimonios son cinco. ¡Te las contamos!

1.- Cuando el matrimonio está de por medio, el sexo se vuelve inexistente: Para D’Ambrosio está es una de las principales causas de divorcio en la actualidad. Según el columnista, el matrimonio nos vuelve perezosos y hace que caigamos en la rutina, también en el plano sexual y más aún si vienen los niños. Si a eso le sumamos la gran cantidad de tentaciones a las que, afirma, nos enfrentamos cada día viendo cuerpos desnudos de personas famosas y muy muy atractivas a nuestro alrededor, es normal que el deseo hacia la pareja decrezca y que nos sintamos más inclinados hacia lo prohibido, dos condiciones para que un matrimonio no funcione.

2.-  La economía y sus exigencias: ¿Te has dado cuenta de que en la época de nuestros padres todo parecía mucho más sencillo económicamente hablando? Normalmente, solo uno de los dos trabajaba y con ello era suficiente para hacer frente a los gastos. Ahora, la presión económica que soporta el matrimonio es mucho mayor. Para que el día a día sea viable (gastos de hipoteca, gastos diarios y mantenimiento y educación de los hijos) ambos cónyuges deben estar trabajando y tener una estabilidad. Esto, dice D’Ambrosio, hace que lleguemos a casa mucho más cansados y nos deja menos espacio para el romanticismo y los detalles.

Y no solo eso, que los dos miembros de la pareja tengan una independencia económica hace que sea más fácil separarse y empezar una nueva vida, algo que , en la época de nuestros padres era muy difícil especialmente para la mujer.

3.- Las nuevas tecnologías están cambiando nuestras relaciones: Aunque parezca que estamos más conectados que nunca, dice el famoso columnista, en realidad conversamos menos que en cualquier otra época.  No son pocos los casos de parejas que, debido a las dificultades de sus horarios, se comunican fundamentalmente por mensajes de whatsup ni los de maridos y mujeres que, incluso sentados en el sofá de su casa, no se hablan porque siguen pendientes del ordenador, la tele o el móvil.  Esto, asegura no podemos estar más de acuerdo, acaba por deteriorar la relación.

4.- Ahora no demandamos amor, sino atención: Esta afirmación de D’Ambrosio es una de las que más nos  ha hecho reflexionar en la redacción. ¿Es cierto que ahora lo único que nos importa es ser constantemente el centro de atención de alguien? En ese caso, como él dice, cuando se rompe el hechizo de la  novedad, los detalles empiezan a desaparecer o espaciarse y se sustituyen por la rutina, es lógico que pasemos a una fase más apática en la que demandamos la atención de otro. Para nosotros, sin embargo, las verdaderas relaciones tendrían que ser capaces de aguantar el paso del tiempo sintiéndose enamoradas, aunque la naturaleza de ese amor y la forma de manifestarse haya cambiado. ¡Aunque eso solo es posible si tu chico es realmente tu media naranja!

5.- El auge de las redes sociales:  Para D’Ambrosio la falta de privacidad constante a la que nos exponemos en las redes tiene mucho que ver con el fracaso del matrimonio. “Ya no hay nada privado y las vacaciones dejan de ser un momento para disfrutar de tu pareja para convertirse en la oportunidad de tuitear con más ahínco”. Mientras hacemos todo esto, poco a poco, dice, la magia del matrimonio se va perdiendo.

Y es que, tal y como finalizaba su columna D’Ambrosio, el matrimonio es algo sagrado, en lo que hay que trabajar y que requiere un esfuerzo cada día, lo que nos lleva a añadir una sexta razón para su fracaso en la actualidad.

6.- La falta de paciencia y el aburrimiento: En la actualidad  tendemos a pensar que la rutina es mala, que todos y cada uno de los días deben ser diferentes y que las cosas deben ser siempre tal y como nosotros queremos, algo que nuestros padres y abuelos nunca se atrevieron a exigir. Cuando solo exigimos cosas a nuestra pareja sin importarnos cuáles son sus necesidades y cuando no estamos dispuestos a pasar por alto ni el más mínimo detalle que nos disguste, está claro que el matrimonio no puede funcionar. Algo que antes era una máxima asumida, ahora es una excusa para dejar de “querer” a la persona que está a nuestro lado.  Un error que estamos pagando con ese incremento de las relaciones rotas.
¿Y tú? ¿Qué piensas de los motivos que aduce D’Ambrosio para alegar que el matrimonio tiene los días contados? ¿Cuál te parece la más importante de todas ellas? ¡Déjanos tus comentarios!