A nadie se le escapa que vivir un divorcio no es una situación agradable. Se podría decir incluso que una parte de tu corazón queda roto para siempre al ver que aquella relación por la que has apostado con fuerza en un momento determinado de tu vida se desvanece. Pues bien, parece que quienes piensan así tienen razón: la ciencia ha demostrado que los divorciados tienen mayor riesgo de padecer un ataque al corazón y que esto se agudiza en el caso de las mujeres.
Según una investigación publicada en la revista Circulation y llevada a cabo en Carolina del Norte, las mujeres que se han divorciado son mucho más propensas a sufrir un ataque cardíaco, incluso después de volverse a casar. ¿El motivo? El estrés crónico que genera el divorcio que produce un impacto a largo plazo en el organismo.
Pero, ¿de qué riesgo estaríamos hablando? ¿A qué sería comparable. La autora principal del estudio lo tiene claro: el riesgo se incrementa hasta niveles similares a los que se dan cuando se padecen enfermedades como la hipertensión o la diabetes. Cifras, por lo tanto, nada desdeñables.
Durante los años que duró la investigación, para la que se tomó una muestra de 15.000 personas (hombres y mujeres), una de cada tres personas se divorció al menos una vez. Tras separarse, las mujeres presentaban un 24% más de posibilidades de tener un ataque al corazón frente a aquellas que las que continuaron casadas. Y otro dato importante: el riesgo que se adquiere es acumulativo, es decir que quienes se divorcian dos veces en su vida tienen aún más opciones de sufrir un accidente cardiovascular que quienes permanecen felizmente casados.
Para la autora principal de este trabajo, la investigadora Linda George, hay otro dato que asombra y para el que, por el momento, no tienen explicación: el hecho de que el incremento del riesgo de infarto sea mayor en las mujeres y el que en ellas, ese riesgo se reduzca menos al volverse a casar que en el caso de los hombres que pasan por la misma situación. “Los resultados nos llevan a pensar que para las mujeres, la idea de sufrir un divorcio o un fracaso en su relación es mucho más traumática y estresante que para los hombres que pasan por lo mismo, lo que hace que sufran una tensión constante sobre el sistema inmunológico que aumentan sus niveles de hormonas proinflamatorias y de estrés.”, explica.
En cualquier caso, lo que parece claro, es que el dicho de que el divorcio deja un corazón roto se cumple según la ciencia y que las mujeres sobrellevan peor que los hombres esta vivencia. Así que, mujeres del mundo háganse fuertes ante el divorcio, cuiden su matrimonio igual que no coman dulces o echen demasiada sal a las comidas, y no dejen quesu corazón sufra más de lo necesario.
¿Qué te ha parecido este estudio? ¿Te han impresionado sus resultados?
Según una investigación publicada en la revista Circulation y llevada a cabo en Carolina del Norte, las mujeres que se han divorciado son mucho más propensas a sufrir un ataque cardíaco, incluso después de volverse a casar. ¿El motivo? El estrés crónico que genera el divorcio que produce un impacto a largo plazo en el organismo.
Pero, ¿de qué riesgo estaríamos hablando? ¿A qué sería comparable. La autora principal del estudio lo tiene claro: el riesgo se incrementa hasta niveles similares a los que se dan cuando se padecen enfermedades como la hipertensión o la diabetes. Cifras, por lo tanto, nada desdeñables.
Durante los años que duró la investigación, para la que se tomó una muestra de 15.000 personas (hombres y mujeres), una de cada tres personas se divorció al menos una vez. Tras separarse, las mujeres presentaban un 24% más de posibilidades de tener un ataque al corazón frente a aquellas que las que continuaron casadas. Y otro dato importante: el riesgo que se adquiere es acumulativo, es decir que quienes se divorcian dos veces en su vida tienen aún más opciones de sufrir un accidente cardiovascular que quienes permanecen felizmente casados.
Para la autora principal de este trabajo, la investigadora Linda George, hay otro dato que asombra y para el que, por el momento, no tienen explicación: el hecho de que el incremento del riesgo de infarto sea mayor en las mujeres y el que en ellas, ese riesgo se reduzca menos al volverse a casar que en el caso de los hombres que pasan por la misma situación. “Los resultados nos llevan a pensar que para las mujeres, la idea de sufrir un divorcio o un fracaso en su relación es mucho más traumática y estresante que para los hombres que pasan por lo mismo, lo que hace que sufran una tensión constante sobre el sistema inmunológico que aumentan sus niveles de hormonas proinflamatorias y de estrés.”, explica.
En cualquier caso, lo que parece claro, es que el dicho de que el divorcio deja un corazón roto se cumple según la ciencia y que las mujeres sobrellevan peor que los hombres esta vivencia. Así que, mujeres del mundo háganse fuertes ante el divorcio, cuiden su matrimonio igual que no coman dulces o echen demasiada sal a las comidas, y no dejen quesu corazón sufra más de lo necesario.
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