¿Por qué será que nos gustan tanto las demostraciones de amor? Será que todos, en el fondo, tenemos un romántico empedernido dentro, que hemos visto mil y una comedias románticas que han ido elevando nuestras expectativas o que, simplemente, somos unos sentimentales. Lo único realmente cierto es que las historias como la protagonizada por Ben Parsons nos encantan.
Británico de 34 años, Ben Parsons tenía muy clara una cosa: su pedida de mano a su novia tenía que ser especial. No podía conformarse con una romántica cena y un anillo, sino que era mucho mejor apostar por una demostración pública de amor. El maratón de Brighton le dio la oportunidad de conseguirlo y ahí fue cuando puso en marcha su plan: pedir matrimonio a Ann, su novia y madre de sus dos hijos, en medio de esta multitudinaria cita deportiva.
Cuando había recorrido 38 y medio de los 42 kilómetros del maratón, Ben empezó a aminorar la marcha y a buscar a Ann entre el público. Asustada, ella no pensó ni un minuto que su novio pretendía pedirle matrimonio, ni tan siquiera que quisiera decirle algo. “Justo un momento antes pasó un chico al que le dio un gran calambre y tuvo que parar para que sus amigos le dieran un masaje en la pierna”, explicaba Ann poco después. “Cuando vi que Ben iba cada vez más lento, pensé: ‘Va a colapsar o algo’, lo que nunca pude pensar es que me estaba buscando”.
Británico de 34 años, Ben Parsons tenía muy clara una cosa: su pedida de mano a su novia tenía que ser especial. No podía conformarse con una romántica cena y un anillo, sino que era mucho mejor apostar por una demostración pública de amor. El maratón de Brighton le dio la oportunidad de conseguirlo y ahí fue cuando puso en marcha su plan: pedir matrimonio a Ann, su novia y madre de sus dos hijos, en medio de esta multitudinaria cita deportiva.
Cuando había recorrido 38 y medio de los 42 kilómetros del maratón, Ben empezó a aminorar la marcha y a buscar a Ann entre el público. Asustada, ella no pensó ni un minuto que su novio pretendía pedirle matrimonio, ni tan siquiera que quisiera decirle algo. “Justo un momento antes pasó un chico al que le dio un gran calambre y tuvo que parar para que sus amigos le dieran un masaje en la pierna”, explicaba Ann poco después. “Cuando vi que Ben iba cada vez más lento, pensé: ‘Va a colapsar o algo’, lo que nunca pude pensar es que me estaba buscando”.
Pero nada más lejos de la realidad. Cuando la localizó, Ben se arrodilló ante ella, sacó un anillo y le pidió matrimonio, como si de una romantiquísima película se tratase. El sí de ella no se hizo esperar y, tras darle el beso de rigor y recibir la ovación del público que contemplaba la escena boquiabierto, Ben retomó las fuerzas y siguió adelante con la carrera para recorrer los cuatro kilómetros que le faltaban. ¡Incluso batió su mejor marca!
Y es que para Ben, el sí de su chica fue el mejor aliciente para seguir corriendo. Eso y la satisfacción de saber que, después de tanto tiempo preparándolo, su pedida de mano había salido tal y como esperaba sin que Ann llegase a sospechar nada antes.
“Ahora recuerdo que antes de la carrera me sugirió que los niños y yo nos pusiéramos ropa bonita y que lleváramos algo de ropa limpia y los zapatos de vestir de él en la cesta del carrito de Thomas para poder ir a comer algo después”., cuanta la futura novia. “Recuerdo que pensé: ‘¿Quién quiere ponerse los zapatos de vestir justo después de correr un maratón?’ Ahora entiendo que lo que él quería es que celebrásemos juntos esta gran noticia”.
“Ahora recuerdo que antes de la carrera me sugirió que los niños y yo nos pusiéramos ropa bonita y que lleváramos algo de ropa limpia y los zapatos de vestir de él en la cesta del carrito de Thomas para poder ir a comer algo después”., cuanta la futura novia. “Recuerdo que pensé: ‘¿Quién quiere ponerse los zapatos de vestir justo después de correr un maratón?’ Ahora entiendo que lo que él quería es que celebrásemos juntos esta gran noticia”.
Y es que, historias como la de Ben y Ann, que se conocieron en la Universidad, nos hacen creer un poquito más en el amor y recuperar la confianza en que todo puede pasar. ¡¡Esperemos que haya muchas más como esta!!
Y a ti, ¿cómo te pidieron matrimonio?¿Te gustaría que tu chico hiciese algo parecido? Cuéntanos tu experiencia.
Y a ti, ¿cómo te pidieron matrimonio?¿Te gustaría que tu chico hiciese algo parecido? Cuéntanos tu experiencia.
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