Pide matrimonio a su novia enferma tras su última sesión de quimioterapia

Hay historias de amor que impactan. Historias de amor que te llegan al corazón y que nada tienen que envidiar a las de las películas. Y es que, cuando. Tamara Bruzzo acudió al hospital hace unos días para su última sesión de quimioterapia, no podía imaginar lo que el destino le tenía reservado. Su novio, de rodillas, le pidió matrimonio como si de una película romántica se tratase.
Foto: Gio Morales photography.
Para Lucas D’Onofrio, novio de Tamara desde que se conociesen hace 6 años en el instituto, la idea de proponer matrimonio a su chica siempre estuvo ahí, aunque tenía que encontrar el momento adecuado.
La vida parecía sonreír a la pareja hasta que el pasado mes de febrero, coincidiendo con el día en que Tamara cumplía 21 años, a la joven le detectaron un linfoma de No Hodking, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático, uno de los ejes de la inmunidad de nuestro organismo.“Escuchar las palabras del doctor fue algo devastador”, recuerda Lucas D’Onofrio. “No había nada que pudiese hacer por ella y eso era lo más difícil. Solo podía intentar ser optimista por ella y eso nos unió aún más como pareja. Realmente estábamos juntos en la salud y la enfermedad, como un matrimonio”.
Esa lucha conjunta por ganarle la batalla al cáncer llevó a Lucas a plantearse que el último ciclo de quimioterapia podía ser un buen momento para pedir matrimonio a Tamara. “Después de su segunda sesión de quimioterapia, se me ocurrió que pedirle matrimonio en el hospital podría ser una buena idea. Sería una bonita forma de poner punto y final a esa parte de nuestras vidas dominada por el cáncer y empezar una etapa nueva”, cuenta. También sería significativo de otra cosa: el amor que sentía por ella podía vencerlo todo y superarlo todo. “A ella se le cayó el pelo poco después de empezar con la terapia y eso la preocupaba mucho. Quería que viera que, con o sin su melena, yo iba a estar con ella para siempre”, recuerda Lucas.
Foto: Gio Morales photography.
Así, con la ayuda de su familia y de los empleados del hospital, Lucas consiguió crear la atmósfera perfecta para una romántica declaración en una de las habitaciones del centro.Más de 100 velas, 100 ramos de rosas y 60 globos decoraban la estancia. Como gancho para que Tamara estuviese arreglada para el gran día, Lucas le contó que había una fiesta temática inspirada en Hollywood en el hospital.
Cuando Tamara llegó a su habitación se produjo el gran momento. Lucas se arrodilló ante ella y le pidió que pasasen el resto de su vida juntos. Emocionada, no pudo más que decir sí ante la propuesta. “Fue un momento mágico para los dos”, explica Lucas que recuerda que los nervios apenas le dejaban articular palabra.
 Y es que, pese a que a veces la vida nos juegue malas pasadas, historias como esta siempre nos dan una puerta a la esperanza y nos enseñan a ver que los baches en el camino pueden superarse con la persona adecuada al lado

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