Que tu chico cancele tu boda a solo unos días para el sí quiero no será una de las mejores experiencias de tu vida (aunque estamos seguros de que con el tiempo agradecerás la decisión). Sin embargo, la actitud que adoptes ante esta decisión puede cambiar mucho el tiempo que te lleve superarlo. Eso es lo que pensó Shelby Wink cuando su chico la dejó plantada antes de la boda y ella decidió “reírse” de lo sucedido creando una sesión de fotos muy especial con su traje de novia y mucha pintura de por medio.
Todo marchaba bien en la vida de Shelby desde que tres años atrás conociese a su chico. Y todo apuntaba a que su futuro sería mucho mejor hasta que, una semana antes de su boda, su futuro marido le dijo que no la quería y que no quería casarse con ella.
“Fue como un jarro de agua fría para mí, había puesto mucho trabajo y mucha ilusión en la boda y quería que fuese algo inolvidable.
Cuando me dijo eso, me quedé en estado de shock y no tenía ni idea cómo seguir adelante. Lo primero que hice fue llamar a todos los invitados e informarles acerca de la cancelación de la boda“, cuenta Shelby.
Pese a que para cualquier otra persona un trago como ese hubiera sido algo difícil de superar, ella tenía claro que no iba a dejar que el que había sido su chico le quitase la alegría y las ganas de vivir. “No necesitaba la lástima ni la compasión. Eran lo último que quería en esos momentos”, cuenta.
Fue su fotógrafa de boda quién, tras llamarla y explicarle la situación, le dio la idea de hacer algo diferente. “Me dijo que todavía se podía sacar algo bueno de todo ello y que podíamos hacer una sesión de fotos en la que, de alguna manera, nos riésemos de la situación. Al principio pensé que era una locura, pero después comprendí que podía ser algo bueno”, recuerda.
¿Y qué mejor para burlarse de lo sucedido que una sesión de “paintball” en la que los vestidos de la novia y sus damas de honor fueran el objetivo a batir? “Preparamos la sesión para el día de la boda. No sabía si mi madre iba a estar de acuerdo, ya que ella me había comprado el vestido… Pero todos participaron e hicieron que el día fuese especial, aunque diferente”, explica Shelby.
Para ella, la sesión de fotos supuso un alivio, una manera de desahogarse y decir adiós a la rabia y el dolor acumulados: “Cuando las primeras gotas de pintura cayeron sobre el vestido me sentí totalmente liberada”.
Y es que, pese a que la experiencia vivida haya sido dura para ella, Shelby solo tiene un mensaje para el que iba a ser su marido: “Gracias por haberme librado de un gran dolor y decepción en el futuro y por ayudarme a entender lo fuerte que soy en realidad. Gracias a ti ahora estoy segura de que nadie me puede quitar la felicidad. Gracias por haberme regalado la posibilidad de encontrar a mi verdadero amor en el futuro”.
Y es que Shelby es, sin duda, un modelo de superación para todos y un ejemplo de cómo, aunque la vida nos juegue malas pasadas, tenemos que estar preparados para levantarnos una y otra vez y mantener la esperanza en el futuro.
¿Qué te ha parecido esta historia? ¿Cómo crees que reaccionarías tú ante algo así? ¡Cuéntanos tu opinión!
Todo marchaba bien en la vida de Shelby desde que tres años atrás conociese a su chico. Y todo apuntaba a que su futuro sería mucho mejor hasta que, una semana antes de su boda, su futuro marido le dijo que no la quería y que no quería casarse con ella.
“Fue como un jarro de agua fría para mí, había puesto mucho trabajo y mucha ilusión en la boda y quería que fuese algo inolvidable.
Cuando me dijo eso, me quedé en estado de shock y no tenía ni idea cómo seguir adelante. Lo primero que hice fue llamar a todos los invitados e informarles acerca de la cancelación de la boda“, cuenta Shelby.
Pese a que para cualquier otra persona un trago como ese hubiera sido algo difícil de superar, ella tenía claro que no iba a dejar que el que había sido su chico le quitase la alegría y las ganas de vivir. “No necesitaba la lástima ni la compasión. Eran lo último que quería en esos momentos”, cuenta.
Fue su fotógrafa de boda quién, tras llamarla y explicarle la situación, le dio la idea de hacer algo diferente. “Me dijo que todavía se podía sacar algo bueno de todo ello y que podíamos hacer una sesión de fotos en la que, de alguna manera, nos riésemos de la situación. Al principio pensé que era una locura, pero después comprendí que podía ser algo bueno”, recuerda.
¿Y qué mejor para burlarse de lo sucedido que una sesión de “paintball” en la que los vestidos de la novia y sus damas de honor fueran el objetivo a batir? “Preparamos la sesión para el día de la boda. No sabía si mi madre iba a estar de acuerdo, ya que ella me había comprado el vestido… Pero todos participaron e hicieron que el día fuese especial, aunque diferente”, explica Shelby.
Para ella, la sesión de fotos supuso un alivio, una manera de desahogarse y decir adiós a la rabia y el dolor acumulados: “Cuando las primeras gotas de pintura cayeron sobre el vestido me sentí totalmente liberada”.
Y es que, pese a que la experiencia vivida haya sido dura para ella, Shelby solo tiene un mensaje para el que iba a ser su marido: “Gracias por haberme librado de un gran dolor y decepción en el futuro y por ayudarme a entender lo fuerte que soy en realidad. Gracias a ti ahora estoy segura de que nadie me puede quitar la felicidad. Gracias por haberme regalado la posibilidad de encontrar a mi verdadero amor en el futuro”.
Y es que Shelby es, sin duda, un modelo de superación para todos y un ejemplo de cómo, aunque la vida nos juegue malas pasadas, tenemos que estar preparados para levantarnos una y otra vez y mantener la esperanza en el futuro.
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