Hasta hace unos años, a nadie se le ocurría pensar que una pedida de mano pudiera ser más que cosa de dos. Sin embargo, el arte de declararse ha evolucionado mucho en muy poco tiempo y ya no es extraño ver pedidas en las que hay más personas implicadas que los propios novios. Eso fue lo que pasó en la declaración de Adam Blum, que quiso que su pequeño Jace fuese una parte importante del momento en que pedía matrimonio a su novia y madre del pequeño, Hanna.
El resultado no pudo ser mejor y la excusa no podía estar más elaborada: una supuesta sesión de fotos de familia que se encargaría de retratar la hermana de Hanna, fotógrafa profesional.
En mitad de la sesión de fotos, Adam puso en marcha su plan. Con la excusa de cambiar de camiseta al pequeño Jace para que no llevase el mismo look durante toda la sesión, se marchó al coche y le puso una camiseta muy especial: una en la que se leía “¿Te casas con papá?”
Cuando a la vuelta, Hanna descubrió la camiseta y vio que Adam se arrodillaba ante ella con un anillo, el momento no pudo ser más especial. “El instante en el que Jace nació es uno de los más felices que he vivido en mi vida. Que Adam contase con Jace para preparar este momento y que hiciese que nuestro hijo participase con nosotros en algo tan bonito lo hace aún más mágico y siempre le voy a estar agradecida por ello”, cuenta Hanna.
Y no solo eso, para Hanna, que Adam escogiese pedirle matrimonio con una cámara de fotos a la vista, le da también un valor añadido a su declaración: “Me encanta tener fotos nuestras en casa y fotografiar cada detalle. Sin embargo, Adam no es muy amigo de las fotos. Por eso, que haya tenido en cuenta que a mí me encantaría tener las fotos de un momento mágico como este, significa mucho para mí”, añade.
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Lo que está claro es que, con o sin fotos, Hanna nunca olvidará el día en que su hijito y su novio se unieron en un plan para pedirle que uniera su vida a la de su chico para siempre. ¡Sin duda, una romántica pedida con la que cualquier chica caería rendida a los pies del pretendiente!
El resultado no pudo ser mejor y la excusa no podía estar más elaborada: una supuesta sesión de fotos de familia que se encargaría de retratar la hermana de Hanna, fotógrafa profesional.
En mitad de la sesión de fotos, Adam puso en marcha su plan. Con la excusa de cambiar de camiseta al pequeño Jace para que no llevase el mismo look durante toda la sesión, se marchó al coche y le puso una camiseta muy especial: una en la que se leía “¿Te casas con papá?”
Cuando a la vuelta, Hanna descubrió la camiseta y vio que Adam se arrodillaba ante ella con un anillo, el momento no pudo ser más especial. “El instante en el que Jace nació es uno de los más felices que he vivido en mi vida. Que Adam contase con Jace para preparar este momento y que hiciese que nuestro hijo participase con nosotros en algo tan bonito lo hace aún más mágico y siempre le voy a estar agradecida por ello”, cuenta Hanna.
Y no solo eso, para Hanna, que Adam escogiese pedirle matrimonio con una cámara de fotos a la vista, le da también un valor añadido a su declaración: “Me encanta tener fotos nuestras en casa y fotografiar cada detalle. Sin embargo, Adam no es muy amigo de las fotos. Por eso, que haya tenido en cuenta que a mí me encantaría tener las fotos de un momento mágico como este, significa mucho para mí”, añade.
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Lo que está claro es que, con o sin fotos, Hanna nunca olvidará el día en que su hijito y su novio se unieron en un plan para pedirle que uniera su vida a la de su chico para siempre. ¡Sin duda, una romántica pedida con la que cualquier chica caería rendida a los pies del pretendiente!
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