¿Imaginas que el día de tu boda tuvieras que abandonar la celebración para ayudar en un accidente de coche? ¿Y que el vehículo siniestrado fuese en el que viajaban tus padres y tus abuelos? Eso fue precisamente lo que le sucedió a Sarah Ray, una paramédico de Tenesse que decidió abandonar su boda cuando recibió una llamada de sus padres diciendo que habían tenido un accidente de tráfico. Su foto, vestida de novia en el lugar del accidente, se ha convertido en viral.
Y es que, para Sarah, el día de su boda será inolvidable por varios motivos. A la felicidad de dar el sí quiero a su prometido, se sumó el miedo de saber que sus padres se habían visto envueltos en un accidente de tráfico (aunque fueron ellos mismos los que la avisaron) y la adrenalina que le llevó a abandonar el lugar del enlace para acudir al lugar del accidente y atender a su familia.
Su novio, también sanitario, hizo lo mismo y ambos se dirigieron al lugar del accidente para atender a sus familiares y a los posibles heridos.
Afortunadamente, todo tuvo un final feliz y, aunque su abuela tuvo que ser hospitalizada pro algunas heridas en los brazos y el pecho (estos últimos provocados por el cinturón de seguridad) Sarah pudo volver a la ceremonia y acabó dando el sí quiero, por lo que su precipitada salida de la iglesia solo quedó en una anécdota.
“No creo que hiciésemos nada que otro paramédico no hubiese hecho y más sabiendo que una parte de tu familia está en ese accidente”, explica la novia que añade que “desde luego, el día de nuestra boda será doblemente inolvidable para nosotros”.
Y tú, ¿habrías hecho lo mismo? ¿Qué te parece esta historia?
Y es que, para Sarah, el día de su boda será inolvidable por varios motivos. A la felicidad de dar el sí quiero a su prometido, se sumó el miedo de saber que sus padres se habían visto envueltos en un accidente de tráfico (aunque fueron ellos mismos los que la avisaron) y la adrenalina que le llevó a abandonar el lugar del enlace para acudir al lugar del accidente y atender a su familia.
Su novio, también sanitario, hizo lo mismo y ambos se dirigieron al lugar del accidente para atender a sus familiares y a los posibles heridos.
Afortunadamente, todo tuvo un final feliz y, aunque su abuela tuvo que ser hospitalizada pro algunas heridas en los brazos y el pecho (estos últimos provocados por el cinturón de seguridad) Sarah pudo volver a la ceremonia y acabó dando el sí quiero, por lo que su precipitada salida de la iglesia solo quedó en una anécdota.
“No creo que hiciésemos nada que otro paramédico no hubiese hecho y más sabiendo que una parte de tu familia está en ese accidente”, explica la novia que añade que “desde luego, el día de nuestra boda será doblemente inolvidable para nosotros”.
Y tú, ¿habrías hecho lo mismo? ¿Qué te parece esta historia?
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